Semillas para germinardos

CONOCER LAS SEMILLAS GERMINADAS

 

Debemos entender por Germinación al proceso mediante el cual el embrión de una semilla
vuelve a la actividad vital, atravesando las cubiertas y emergiendo una nueva planta.

La germinación concluye cuando la planta ha emitido hojas y éstas son capaces de realizar la
fotosíntesis. En avicultura se considera semilla germinada desde las remojadas hasta las que
tienen un pequeño germen o un tallo con los cotiledones o con cotiledones y las primeras
hojas verdaderas.

En las plantas superiores el embrión se encuentra en fase de reposo (letargo del embrión), en
espera de condiciones ambientales favorables que estimulen el proceso de germinación.

También debemos aclarar el concepto de «germinados» y el concepto de «brotes».

Por germinados entendemos la preparación de semillas para su germinación, o sea su
nacimiento. Se trata por tanto semillas recién germinadas, es decir rehidratadas que
comienzan a brotar el germen. Por «brotes» entenderemos esas mismas semillas en fase
avanzada, o sea cuando aparezcan las primeras hojas.

La semilla recién germinada sufre diferentes reacciones bioquímicas que transforman
notablemente su composición, incrementándose los valores de azúcares y aminoácidos,
vitaminas E, A, B y C (en este orden), minerales, enzimas y probióticos naturales, etc. Lo
importante es que sepamos que son mucho más nutritivas, digestivas y bioasimilables que las
semillas secas.

¿Pero, qué es lo que ocurre exactamente con la semilla al germinar? ¿Por qué son tan
interesantes para las aves?

Pues bien, las semillas almacenan en un pequeño espacio posible la mayor cantidad de energía
posible. ¿Cómo? Pues comprimiendo esa energía en forma de hidratos de carbono y lípidos.
Pero con la germinación es necesario desdoblar esos compuestos en otros más simples y mejor
utilizables por el embrión de la planta. Por lo tanto, no absorbe nada de la tierra, sino que se

trasforma en compuestos simples más digestivos y nutritivos, dando lugar a proteínas y
glucosa (azúcares), con una producción ingente de vitaminas en el proceso sobre todo A, B (del
grupo B2 y B6) y E. Así mismo, en estas reacciones bioquímicas se producen bacilos, enzimas y
probióticos naturales, que benefician la digestibilidad y sistema inmunológico de las aves.

Todas estas reacciones bioquímicas se producen para poder alimentar al embrión de la planta,
ya que en los primeros estadios carece de raíces y hojas y por tanto no puede nutrirse de la
tierra ni realizar la fotosíntesis. La semilla, al germinar genera estos nutrientes que el embrión
va agotando a medida que crece. Por eso cuando ya ha brotado y desarrollado las primeras
raíces y hojas, estos nutrientes han sido consumidos por el embrión quien ya sí es capaz por sí
mismo de nutrirse de la tierra y realizar la fotosíntesis.

Los brotes, han agotado por tanto estos nutrientes tan valiosos para nuestras aves,
transformándolos fundamentalmente en fibra y celulosa, pero son ricos es carótenos y
clorofila. Su aporte nutricional es muy similar entonces al de las verduras verdes, pero más
ricos en proteínas que éstas, y mucho menos que los germinados.

Cualquier semilla, sea de la planta que sea, si está viva germinará en las condiciones
adecuadas.

Es decir, que una semilla que seca contiene un 13% de proteína, tras la germinación, se
transforma y adquiere una composición con un porcentaje, en algunos casos superior al doble
de proteínas. Pero aún hay más, y es que estas proteínas son mucho más asimilables que las
de una semilla seca, pues las complejas cadenas de proteínas se desdoblan en aminoácidos
esenciales (entre otros, la lisina). Así mismo, son ricos en calcio, potasio, magnesio, hierro,
selenio y zinc.

En realidad, no hay más que estudiar que la alimentación que nosotros damos a las aves, poco
tiene que ver con la que ellos disfrutan en la naturaleza. Preguntaros, ¿Que comen mis aves en
estado natural? Pues en cada época comen de manera distinta, al igual que nosotros.

Por ejemplo ¿a quien le apetece en verano una fabada?

Las aves sólo comen semillas maduras en época seca, que es cuando no encuentran otra cosa
(con nosotros es lo único que comen), y frutos ricos en agua y vitaminas. En primavera
(reproducción), tras la época de lluvias, su alimentación se basa precisamente en semillas
germinadas y brotes, y posteriormente, de semillas verdes e inmaduras.

VENTAJAS DE LAS SEMILLAS GERMINADAS.

Sabemos que en el proceso de germinación se detectan varias reacciones químicas, entre las
cuales podemos destacar la síntesis de enzimas con cambios químicos que no se supera en
ningún estado posterior del grano por su riqueza en: vitaminas, minerales, oligoelementos,
aminoácidos, enzimas y demás substancias biológicas.

Se puede decir que un grano fresco y seco al que se le aplica un valor potencial de 100. Resulta
que al ser molido su valor se reduce a 10. Si por contrario lo germinamos su valor ve
potenciado en 10 o 100 veces, dependiendo del tipo seleccionado. Lo que quiere decir que el
valor nutritivo pasa de 100 a 1000 ó 10000.

Observamos perfectamente que es una forma de aportar energía concentrada que solo se
podría igualar ingiriendo de 10 a 100 veces la ración estándar.

RAZONAMIENTO ECONÓMICO.- El rendimiento obtenido en peso en granos germinados es de
1kg. de grano se obtiene fácilmente 7 Kg. de producto germinado lo que significa un aumento
del 700 %

MOTIVACIÓN SANITARIA.- Es lo más sano que se le puede dar, ya que ningún grano en estado
deficiente germinará, porque a cierto nivel de degeneración las plantas dejan de reproducirse.
Que en el primer lavado se elimina gran parte de las substancias indeseables que ocasionan el
mayor número de los problemas de salud de los canarios. Podemos considerar que los
canarios al igual que los humanos pierden la salud por la boca o el pico.

Se dice, al igual que el verde de las plantas purifica el aire que respiramos la acción de los
germinados regeneran el interior del organismo. Que aportan grandes cantidades de vitamina
C.

Gracias a su contenido en vitamina E se ha demostrado con experiencias contrastadas que el
aporte de avena germinada a los animales, ha aumentado considerablemente la fertilidad de
ambos sexos incluyendo hasta el aumento del tamaño de los huevos en gallinas ponedoras.

Debes de germinar granos de la misma semilla por razones del proceso de fecundación, y así
obtener un máximo de semillas germinadas al mismo tiempo.

VALOR NUTRITIVO DE LAS SEMILLAS, DURANTE LA FASE DE GERMINACIÓN

Las proteínas aumentan un 20% y, se descomponen en aminoácidos.

Los almidones se transforman en azúcares.

Las sales minerales aumentan en cantidad, volviéndose más fáciles de asimilar.

Aumento de varias vitaminas y enzimas.

Ahora bien, no les falta razón a ciertos aficionados, cuando repiten esa frase tan famosa como
incorrecta «con los germinados, los pollos se mueren».

Es rigurosamente cierto que las semillas germinadas (sobre todo, mal preparadas) como
cualquier otro alimento húmedo, es proclive a ser atacado por hongos y bacterias patógenas.
Sobre todo es así, si lo que en realidad servimos a nuestras aves son semillas que no están
vivas, sino muertas, o que por una mala preparación, han muerto en la misma germinación.
Estas semillas muertas, y además húmedas, se descomponen enseguida y se putrefactan, (se
detectan enseguida, porque huelen muy mal, a rancio), en tal caso, son colonizadas de
inmediato por bacterias y hongos, y son garantía total de catástrofe.

Cosa que ocurre exactamente igual con los demás alimentos húmedos (pastas, cuscús,
verduras, frutas, etc.)

Por tanto, el uso de germinados requiere un dominio riguroso de la técnica (fácil), el uso de
semillas frescas y de alta calidad y por supuesto, servirlas y retirarlas en poco tiempo (aunque
esto último no suele ser necesario porque acaban con ellas sobre la marcha).

¿Cuáles son los posibles problemas de su uso?

Para que se active el proceso de germinación, se unen dos factores determinantes: las
condiciones de humedad y las de temperatura, generalmente entre 18 y 22 grados
centígrados. Pero tales condiciones se revelan también como el substrato ideal para la
proliferación de gérmenes que se presentan en la superficie de las semillas, como colibacilos,
los cuales favorecen la formación de moho.

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA GERMINACIÓN, PUDIENDO ACELERAR O INHIBIR LA MISMA:

Temperatura.

Humedad.

Oxígeno

Luz.

Para eliminar los riesgos, principalmente el desarrollo de bacterias y moho en las semillas, se
debe de poner la máxima atención en algunos puntos importantes durante la preparación de
los germinados como son:

El tiempo de remojo. Desde el momento en que las semillas se ponen en remojo, la duración
del proceso no deberá superar las 24-36 horas, ya que aumentando el tiempo de remojo,
aumenta también el riesgo del moho en la superficie de la semilla, además son suficientes 24
horas para activar todo el potencial desarrollo nutritivo de la semilla.

El tipo de semillas a germinar. Las semillas deben ser elegidas entre las que estén en
condiciones de desarrollar la radícula de germinación, en un periodo de entre 24-36 horas.
Entre las oleaginosas, el negrillo es, con seguridad, el que se revela con óptimas características,
sea en cuanto al tamaño del grano o a la rapidez de germinación, ya que si la semilla es de
buena calidad, es capaz de emitir la radícula de germinación tras 18-24 horas de remojo. Para
especies como el verderón puede ser utilizado el girasol, en su variedad negra que también
germina en un periodo de 24-36 horas. Además de éstas existen muchas más semillas que se
pueden utilizar en función de los criterios de cada criador. Unas semillas buenas y fáciles de
germinar para las aves son las de rábano, avena, alfalfa, soja, pipas etc.… La alfalfa es una
fuente inagotable de buenas y grandes sorpresas, para los animales y para el consumo
humano contiene calcio, fósforo, magnesio, cloro, sílice, aluminio, potasio, azufre, sodio y la
mayor parte de las vitaminas, incluidas la K y la U. También aminoácidos como las fenilalanina,
arginina, leucina, treonina, lisina, así como sustancias estrogénicas. También es rica en lipasa,

coagulasa, invertasa, amilasa, emulsina, peroxidasa, proteasa y pectinasa, lo cual le da unas
extraordinarias propiedades en la digestión de los alimentos.

El uso de desinfectantes y frecuentes lavados. En la fase de preparación de las semillas es
importantísimo el uso de una serie de sustancias desinfectantes las cales deben añadirse al
agua de remojo a fin de desactivar las bacterias presentes en las semillas, así como de inhibir
posibles proliferaciones micóticas. Además el lavado deberá ser abundante, repitiendo muchas
veces durante todo el proceso de preparación, sea para eliminar de forma mecánica, posibles
inmundicias o suciedad de las semillas así como para oxigenar las semillas y estimular el
proceso de germinación. Muchos criadores realizan lavados cada 3 ó 6 horas.

Tipos de desinfectantes que podemos usar en la preparación de germinados:

Tintura de yodo.

Vinagre de manzana.

Lejía.

Esteramicina. (Desinfectante).

Amuchina. (Detergente-antibacteriano)

Los laboratorios Calier, en España, disponen de un producto llamado Fungicalier, el cual puede
conseguir las funciones de los dos productos anteriores, también se utiliza el Mold Curb u
otros productos similares.

¿CUANDO SERVIR GERMINADOS?

Mi opinión es adaptar la alimentación de nuestras aves a sus ciclos biológicos, y suministrar
germinados en las mismas estaciones en que las encuentran en la naturaleza, ya sean
germinados propiamente dicho como semillas verdes (similares en cuanto a composición).

De esta manera, comienzo a servir germinados a principios de primavera, uno o dos días a la
semana. Al avanzar la estación y acercarse la reproducción, los sirvo a diario en cantidad
suficiente como para que no sobren. Una vez finalizada la reproducción (finales de verano)
vuelvo a los dos días por semana.

Desde mediados de otoño y durante el invierno, elimino los germinados de su dieta,
suministrando semillas secas más ricas en hidratos de carbono y grasas, de digestión más lenta
y energética, para combatir el frío y las largas noches sin ingesta.

PREPARACIÓN DE GERMINADOS:

Ahora expondré varias formas de prepararlos que he podido leer en artículos enviados:

Primer supuesto:

El primer requisito es la mezcla adecuada de semillas, en función de las especies a que vaya
destinada. En mi caso, empleo un 50% de la mixtura que preparo para servir seca, a la que
añado un 15% de avena entera (con cáscara), un 20% de trigo, un 7% de negrillo y un 8% de
arroz paddy.

El segundo requisito es seleccionar semillas muy frescas y de máxima calidad. Esta se
comprueba precisamente con la germinación, las semillas frescas germinan enseguida y todas,
las viejas tardan más en germinar y solo germinan algunas (las que aun están vivas).

Mi método consiste en sumergir las semillas durante una noche 8 horas) y al día siguiente, tras
lavarlas de nuevo las coloco en un colador y las escurro, las dejo en dicho colador que coloco
sobre una vasija con agua en el fondo, de manera que las semillas no toquen el agua, pero ésta
al evaporarse, las mantiene húmedas.

Así colocadas, las dejo hasta que nacen los primeros brotes (1 día aprox.) momento en que
comienzo a servir a mis aves. El resto, las dejo de esta manera pero dentro del frigorífico, (en
la parte menos fría), los brotes seguirán creciendo pero más lentamente (la semilla sigue viva).
Así pueden durar hasta unos 5 días, pues si la semilla se desarrolla del todo, pierde sus
cualidades.

Segundo supuesto

En cuanto a la germinación de semillas, yo lo hago con el negrillo. Para unos 80 pájaros echo
un puñado de 60 a 80 gramos, por lo que ¼ de Kilo me dura de 2 a 3 semanas, ya que a los que
están criando se los echo todos los días, a los demás 2 veces a la semana. Además al ser la
semilla germinada rica en vitaminas no es bueno abusar de las mismas

Lo pongo en un bol con agua y le echo un chorro de tintura de yodo para evitar las bacteria y
los hongos (cuando digo un chorro, quiero decir un apretón pequeño del tarro, también se
puede utilizar vinagre de manzana, que al parecer tiene acciones antibacterianas y antihongos
y también les beneficia a los pájaros, yo prefiero la tintura de yodo, que sí que está
demostrado que tiene estas propiedades antes descrita), a las 24 horas (si es verano lo
reduzco a 12 horas, pero si lo dejas algo más por falta de tiempo tampoco ocurre nada), las
escurro y las pongo dentro de un gran colador y encima del bol (que contiene agua pero sin
que llegue a tocar las semillas), si es invierno necesita de dos a tres días para germinar, a partir
de la primavera germinan a las 24 horas, las lavo con agua abundante dentro del colador cada
12 horas sin añadirle nada al agua, sólo agua y, por último se lavan bien en el momento de
utilizarlas, ya debe de haber desaparecido todo rastro de la tintura de yodo.

El pequeño gránulo que sale es rico en vitaminas por eso se las añado a la pasta de cría o bien,
se le dan directamente en el comedero.

Este sistema también sirve para probar cualquier tipo de semillas, si están pasadas de fecha,
debe germinar un 80% de lo que has puesto a germinar, si no es así es que están muy pasadas,
eso se puede probar con el alpiste.

Tercer supuesto

Utensilios:

Semillas para germinar.

Colador de malla fina y tupida, con paredes laterales de plástico.

Recipiente de plástico.

Plato, de los de las taza de café

Algún tipo de desinfectante.

Por las mañanas, se lava enérgicamente la cantidad de semillas que vayamos a utilizar,
poniéndolas debajo de un fuerte chorro de agua corriente, para eliminar las impurezas y el
polvo acumulados. Seguidamente se trasladan las semillas lavadas al recipiente de plástico que
tenemos con agua, a la cual le habremos echado el desinfectante elegido. Después de unas 6
horas se sacan del recipiente y se vuelcan en el colador, volviéndose a lavar enérgicamente.

A partir de este momento las semillas deben de permanecer en un medio totalmente húmedo,
pero no encharcado de agua, para lo cual se pondrán en el colador y este se deja caer sobre el
recipiente de plástico, que tendrá agua, pero sin que llegué a tocar el fondo del colador y,
sobre el colador pondremos un plato de los de las tazas de café, para que la presión de éste
sobre las semillas haga que se elimine el exceso de agua y, evite el exceso de evaporación.

A partir de este momento las semillas permanecerán en el colador hasta que las
suministremos a los pájaros, lo que se hará al día siguiente, esto es unas 24 horas más tarde
del comienzo del proceso; esto es, unas 24 horas más tarde del comienzo del proceso; es decir,
6 horas en fase de remojo, más 18 horas escurridas y en una fase húmeda.

Durante el tiempo que las semillas están en el colador, el criador debe aprovechar para
someterlas a frecuentes lavados (uno cada 5-6 horas), necesarios tanto para mantener la
humedad, como para eliminar el moho y los posibles desechos que vayan desprendiéndose de
la superficie. Al terminar cada lavado, se volverán a colar bien.

Cuarto supuesto

Colocar las semillas en un recipiente con agua, dejarlas en remojo unas 12 horas. Después
enjuagarlas con agua abundante y dejarlas escurrir perfectamente.

Una vez escurridas se colocan en un recipiente de plástico, en semioscuridad y lugar cálido.

El germen aparece al cabo de día y medio y hay que lavarlas concienzudamente antes de
ponérselas a los pájaros, porque en la germinación se produce moho que es muy perjudicial

(puede ser mortal) para los pájaros. (Hay quien utiliza unas gotas de yodo en el agua o de lejía
para evitar el moho, pero aún así hay que lavarlas a conciencia)

El momento ideal para administrar las semillas germinadas es cuando empiezan a aparecer el
germen que es muy rico en proteínas y vitaminas especialmente la E (fertilidad).

Quinto supuesto

Utilizo una torre para germinar semillas y en cada «piso» pongo unas 4 cucharadas soperas de
semillas para germinar, después le pongo un vaso de unos 250 cl. de agua (si le pongo más
rebosa) con una cucharadita de café de FUNGICALIER de la marca Carlier. Esto último es para
evitar la formación de hongos en el germinado.

En vez del Fungicalier, también puede ser Molcur o bien Esteramina.

La mezcla de semillas para germinar es:

Negrillo 30%
Semilla de rábano 30%
Navina negra 20%

Semilla de sésamo 10%
Semilla de soja 4%
Pipas enanas 3%
Cañamón del pequeño 3%

Cada día, tomo el «módulo» 4º que es el más bajo, lo pongo en un colador grande de malla
muy pequeña y lo pongo bajo el grifo. Esta ración (una vez limpia) se la mezclo con la pasta
seca.

Lavo bien ese «módulo», y lo pongo una vez lavado encima de los otros (es decir el 1º). Agrego
otras 4 cucharadas de semillas para germinar y le pongo otro vaso con agua + Fungicalier, pues
el del día anterior lo he tirado después de caer en el receptáculo inferior (en el modulo 5º)

Así cada día quito el «piso» inferior, uso su germinado, lo lavo y lo pongo arriba. Van pues
«rotando » los «módulos» y el inferior (el 4º) que uso cada día, ha tenido agua con el
Fungicalier durante 4 días.

Una cosa sí es cierta, tardan más en germinar las semillas con el fungicida, pero hay la plena
seguridad de que no tienen hongos. LAVAR MUY BIEN LA RACIÓN DIARIA BAJO EL GRIFO DEL
AGUA.

José Tirado Garres
Aviario la Salud
Criador Nacional HY01

Semillas para germninar

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